Las sobras… no hay casa que no tenga en su nevera un espacio para ellas. Y es que en la
vorágine del día a día, en muchas ocasiones acabamos por cocinar más de lo necesario, o los
compromisos hacen que no podamos comer lo que ya teníamos preparado. Pero ¿cómo poder
disfrutar de nuestros platos cuando ya se hayan enfriado? Si alguna vez te lo has preguntado,
este artículo es para ti. Sigue leyendo y te damos algunas pautas para saber cómo recalentar
comida de forma correcta. ¡No te lo pierdas!
Técnicas para recalentar la comida
Aunque pueda parecer algo simple, si no optamos por el método adecuado podemos hacer que
esos platos que tan bien nos han salido pierdan toda su chispa. A continuación, te contamos las
formas más efectivas sobre cómo recalentar comida y conseguir que quede perfecta.
Microondas
El microondas es una opción muy buena cuando queremos calentar recetas con salsa o que
tengan suficiente líquido como para que no se resequen. El funcionamiento del microondas
consiste en generar ondas que calientan las moléculas de agua presentes en los alimentos, por lo
que hemos de evitar productos secos y densos, ya que los deshidratarán aún más.
Plancha
Aunque suene poco habitual, la plancha es una herramienta muy efectiva para recalentar. Su
acción fomenta un calentamiento uniforme, especialmente en alimentos que necesitan recuperar
su textura sin perder jugosidad.
En ese sentido, es perfecta para pescados con piel, puesto que permite que esta quede en su
punto mientras el interior se mantiene jugoso.
Freidora de aire
Este pequeño electrodoméstico ya está presente en la mayoría de los hogares por su versatilidad.
El flujo uniforme de aire lo convierte en una excelente opción para recalentar alimentos
crujientes, como pescados rebozados o empanados sin añadir más aceite.
El flujo de aire caliente en la freidora permite que los alimentos recuperen su textura como si
estuvieran recién hechos.
Horno
El horno es una opción ideal para recalentar grandes cantidades de comida o platos que
requieren un calentamiento más lento y uniforme, como pescados o carnes asadas.
Su calor envolvente permite que los alimentos recuperen su textura sin que se pierda su
calidad.
Qué comida se puede recalentar
Algunos alimentos se recalientan perfectamente, conservando su sabor y textura originales si utilizamos los métodos adecuados. Entre ellos destacan los siguientes:
- Pescados rebozados: en horno o freidora de aire recuperan su crujiente.
- Pescado al horno: si se cubre con papel aluminio, conserva su jugosidad sin secarse.
- Guisos de pescado: mantienen su sabor y textura gracias a las salsas.
- Carnes guisadas: su sabor se intensifica al recalentar.
- Pizzas: el horno o la plancha restauran su crujiente y sabor original.
- Pastas con salsa: mantienen su humedad y no se secan al recalentar.
Qué comida no se debe recalentar
Por otro lado, ciertos alimentos pierden su calidad o pueden volverse inseguros al recalentarse, por lo que es mejor evitarlos:
- Mariscos: tienden a perder su textura original y pueden volverse gomosos e incluso peligrosos para la salud.
- Pescado a la parrilla: se reseca fácilmente y pierde su frescura y sabor natural.
- Verduras de hoja verde: pueden volverse amargas y perder nutrientes al recalentar.
- Huevos cocidos: al recalentar, se vuelven gomosos y pierden su sabor.
- Arroz (si no se almacena bien): puede desarrollar bacterias peligrosas si no se ha enfriado correctamente.
- Patatas fritas: pierden su textura crujiente y se vuelven blandas al recalentar.
Con estas breves consideraciones, no volverás a tener problemas para saber cómo recalentar tu comida favorita. Y recuerda, con los productos Pescanova siempre tendrás una alternativa sana y riquísima para disfrutar en la mesa.