Aunque nuestros productos están listos para que los disfrutes desde el primer momento, sabemos que de vez en cuando apetece remangarse y cocinar desde cero. Si te han entrado ganas de meterte entre fogones, hoy vamos a explicarte cómo limpiar pescado paso a paso. ¿Quieres saber el proceso? ¡Sigue leyendo y te damos todos los detalles!
Cómo limpiar pescado correctamente
No te lo vamos a negar, limpiar pescado correctamente no es el proceso más sencillo del mundo, pero si sigues los siguientes pasos, estamos seguros de que con un poco de práctica lo manejarás a la perfección. ¡Vamos a conocerlos!
Lava el exterior
Lo primero que te recomendamos a la hora de limpiar pescado es que te ocupes del exterior. A diferencia del ultracongelado, el pescado fresco ha estado sujeto a diferentes condiciones desde su captura, con lo que es bastante común que cuente con cierta suciedad o residuos. Lo más fácil es lavarlo con agua, ayudándote con las manos (siempre con delicadeza) para retirar los sobrantes.
Raspa las escamas y quita las aletas
A continuación, hay que desescamar el pescado que, como te puedes imaginar, es el proceso que nos permite quitar las escamas. El motivo principal para hacer esto es que, si las cocinamos, se volverán duras y difíciles de masticar. Por mucho que te esfuerces con la receta, si te saltas el punto de desescamar te quedará fatal.Para quitarle las escamas al pescado necesitas un cuchillo (uno bueno, por favor), con el que tienes que raspar la pieza por sus dos lados. Eso sí, usa la parte trasera del cuchillo en la mayoría de los casos, dejando el filo para los pescados o partes que se te resistan. Por último, quita las aletas utilizando el mismo cuchillo o con ayuda de tijeras.
Limpia el interior
La belleza está en el interior, pero en el caso de los pescados tenemos que dar un paso más para que salga a la luz. Realiza un corte transversal en la parte inferior para terminar de limpiar el pescado, utilizando la punta de un cuchillo bien afilado.
NOTA PARA PRINCIPIANTES. Este es un paso que requiere precisión, ya que, si nos pasamos de la raya y rompemos las vísceras, el pescado sabrá fatal.
Cuando tengas el pescado abierto, vacía las tripas y el resto de los órganos. ¿Cómo hacerlo? Con las manos, sabemos que no es lo más agradable, pero sí lo más práctico. Una vez lo tengas, enjuágalo bien para eliminar cualquier resto que pudiera quedar.
Corta a tu gusto
El último paso sería filetear como más te guste. Como sabes, hay diferentes cortes en función de cómo te apetezca cocinarlo o partes con densidades o texturas diferentes. También puedes conservar la cabeza para usarla en la propia receta, o guardarla para caldos u otros guisos.
Por ejemplo, puedes cortarlo en rodajas o en filetes, separar los lomos y el tronco, o, por qué no, utilizar el pescado entero para hacerlo al horno o a la parrilla.
Si lo has conseguido, vamos a plantearte un nuevo reto. ¿Te atreves a preparar esta Cazuela de Rape con Almejas y Gambas? Ahora que ya has limpiado el rape fresco como todo un chef, vamos a cocinarlo.
Salpimienta y enharina los filetes, dora en una cazuela con mantequilla y resérvalos. Sofríe ajo y cebolla, añade las almejas y las gambas de Pescanova ya descongeladas con un chorrito de vino blanco. Devuelve el rape a la cazuela con unos guisantes y deja que todo se cocine a fuego lento unos minutos. Espolvorea perejil picado y listo. ¡A disfrutar!